miércoles, 14 de diciembre de 2011

Lyrical lies.


Sentirse tan sola, en invierno, os resultará muy lírico, así con las mantitas en el sofá, viendo películas románticas, llorando ausencias con olor a palomitas, pero la verdad es que no estoy por creer en la lírica a día de hoy, ya que todo lo que me enseñó fueron mentiras, nada surgió como en los bellos sonetos que leía de pequeña. 
Y es que siempre pensé que entre libros uno se podía sentir seguro, que entre libros nadie te fallaba, que ese olor de libro recién comprado nunca desaparecería de mi corazón, que todas las paginas que hay en mis estanterías jamás me dejarían en ridículo... que mi vida sería como ir saltando de cuento en cuento, de novela en novela, de teatro en teatro y de poema en poema, pero no es verdad. 
Tan sólo he sacado en limpio de todo esto una cierta manera propia de expresar mediante palabras lo que me desgarra el interior caracterizada por el uso de frases que pueden llegar a ocupar un párrafo entero. Tan sólo he sacado en limpio mi propia forma de plasmar mis mentiras líricas que darán alas a otros corazones esperanzados a los que la realidad se las cortará sin anestesia ni preámbulos, sin tratar de avisar primero sobre eso de... no vueles demasiado alto, que siempre caes, y cuanto más alto estés, más grande será la caída. 
Porque todo buen lector con cierta experiencia en páginas conoce ya estas técnicas que se gasta todo buen escritor experto en letras, y ya es capaz de reconocer estas mentiras.
Porque todo resultó ser una mentira lírica


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